Soy..

Soy la foto que hiciste con los ojos del lugar mas bonito encontrado.
La pua de la suerte del peor cantante en una barra de Madrid.
La pluma de la voz que nunca grito porque nació susurrando.
Las obras de arte que me robaron la mirada.
Y los versos de Miguel Hernández entre los de Diego Ojeda.
Y solo lo intento reflejar..

martes, 1 de marzo de 2016

Llamamientos.

Hacia un llamamiento a la poesía que desprendían sus pupilas.
Hacia un llamamiento de la magia que me otorgaban sus piernas.
Hacia un llamamiento por querer recorrer cada centímetro de su espalda.
Estrellándome contra cada hueso saliente.
Hacia un llamamiento por querer ser de carne y hueso.
O que alguien me hiciera de tinta y papel.
Hacia un llamamiento por cada vez que gritaba, como partiéndose la voz, con cada canción de rock.
Hacia un llamamiento para que me encontraran.
Porque yo, que sufro de sueños, necesitaba que me encontraran.
Que alguien se sumergiera en mis teclas, para ser dueño de las alegrías de ellas.
Que alguien me encontrara para caminar como sin piernas.
Que alguien me encontrara para ser capaz de recorrer cada saliente que sus huesos me otorgaran.
Que alguien me encontrara, para no ser tan de tinta y papel.
Seguía haciendo mis llamamientos, para que alguien entendiera, que dentro de mi piano tenia otras hadas, que se desmelenaban cantando a Extremoduro.
Y que brindaba con ron en cada fiesta, pero despertándome peinada y sin resaca a la mañana siguiente.
Quería que alguien me encontrara para que viera que era una poeta revolucionaria, o al menos un intento de poeta.
Y que me quería tatuar la palabra valiente en la frente, para que todos vieran que ya lo era.
Quería que alguien me encontrara, para perderse conmigo, para que se sumergiera en este desastre cuyas letras hoy ya son lo que pisan con fuerza y no sus Nike desgastadas.
Quería que alguien me quisiera tanto como para entender mi desastre.
Y querer hacer otro conmigo.


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