Vendas.

Cada uno se venda el alma de una forma. Yo me vendo con palabras arrancadas de libros y cantautores que desgarran cada cuerda vocal por amor al arte. Hay otros que se vendan el alma haciéndose herida exteriores. Hay otros que se vendan el alma con el deporte, con su pasión, y por ultimo hay otros que se vendan el alma y los pies con el ballet.
Supongo que yo siempre estuve hecha para apreciarlo desde fuera y supongo que hay gente que siempre estuvo hecha para hacer que los demás fuéramos capaces de apreciarlo. Aunque solo sea un segundo.
Que fuéramos capaces de apreciar los días, las horas, los minutos y los segundos que dedicaban a ponerse en punteras para intentar no rozar el suelo y poder volar lo máximo posible. Para que tu cuando vieras este arte, te asombraras en un segundo, lo recapacitaras unos minutos, te quedaras pensándolo muchas horas y te enamoraras el resto de tus días.
Que te quedaras asombrado con la cara de concentración, con la expresión en la mirada, por como un pequeño ser se hacia mas grande a la vez que una nota de esa melodía clásica sonaba, porque la música lo decía todo.
Y si no lo decían ellas, con su esfuerzo.
Fue algo mas que una actuación, fue algo mas que lo que vemos en la tele. Fue magia, fue ver trasladadas las hadas de mi piano a un escenario.
Fue ver el dolor y las vendas que las anudaban los tobillos.
El sufrimiento.
Porque todo lo realmente bello cuesta sufrimiento, que se te caigan las uñas a trozos, que te duela el caminar, pero que a cambio te ayude a evadirte del mundo, a soñar, a que los trozos que se desprenden de tus uñas se prendan en el alma.
Yque al salir a un escenario te vuelvas gigante aunque por dentro tu enano se muera temblando de miedo. Porque el enano no salga, se quede dentro.
Y tu vuelvas a rozar el sueño, la felicidad, el consuelo, tu evasión, tu huida personal del mundo.
También he visto el grupo, nunca serás una gran bailarina si no tienes un grupo que te apoye detrás, y en el baile encuentras una familia, gente que le apasiona lo mismo que a ti, que son hadas que no han podido salir de las notas del piano nada mas que bailando y vendándose a ellas mismas.
Que sean capaces de controlar el pánico y la presión para que tu no lo notes.
Una vez alguien me dijo, todos tenemos vicios. Quien no se engancha a las drogas, es un admirador de las botellas, del amor de alquiler de las maquinas roba dinero, o de las personas toxicas.
Y los que no de otro tipo de drogas, como hacerse daño hasta que la coreografía este a la medida del maillot. O del tutu, porque las hadas del ballet no se ponen tutu, hasta que su magia llegue mucho mas alto y a muchas mas personas.
A mi esa magia me llego y ojala que todas los que persiguen este sueño, hombres, mujeres, no dejen de soñar y de luchar hasta conseguir llevar tutu, vendar el alma a un auditorio entero y desvendarse de una vez el alma ellos.

                                                                                                                                             A Minerva....
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