Miedo ( Parte 3 )

Os mentiría si no cuento la verdad sobre Miedo.
Miedo el día que fue a hablar a Tabaco, acabo en un hospital.
Hubo muchos golpes y muchas heridas.
En el hospital vinieron los policías.
Demasiadas preguntas.
Miedo acompaño a Tabaco al hospital.
Miedo no fue la que se hizo daño.
Si no Tabaco , al que la culpa martirizaba, por dejar tantas marcas sobre Miedo.
Tabaco se subió a una moto.
Y del resto solo queda..
Las manos de Miedo entrelazadas con las suyas en una ambulancia.
Un dolor en la pierna.
Y las lágrimas de ella.
Tabaco lloro.
Lloro tanto que sus ojos se tornaron casi negros.
No podía aguantar ver los golpes que el la había hecho a Miedo.
Lloro y lloro.
Miedo también lo hizo.
La pidió perdón de mil maneras distintas.
Y para cuando la herida en la pierna ya casi estaba curada.
Ella le perdono.
Como perdona el resto del invierno a la nerviosa primavera, que se empeña en no destrozar sus flores.
Como perdona cada día una madre por las contestaciones de su hijo.
Como cada día perdonamos al que no sabe conducir en la carretera.
Tabaco fue perdonado.
Y Miedo se cambio el nombre en el juzgado.
Comenzó a llamarse Valor.
Y dejo de fumar para siempre.
Y sus miedos , nunca desaparecieron , pero la valentía la apretaba mas fuerte.
Se hizo las trenzas, se descosio las medias.
Volvió a ser musa de poetas.
El desastre de su vida conseguía un poco de sentido.
Sonreía cada vez que podía.
Y la ayudo mucho un psicólogo.
Pero lo consiguió.
Nunca volvió con Tabaco.
Que ya no salia , ni era popular.
Cogía la moto y se marchaba.
Decían que fumaba aun mas.
Y que sus ojos lucían distintos.
Decían que cada noche , con las mismas tijeras con las que no dejo cortarse a Miedo las medias.
Se hacia el un pequeño corte en la pierna.
Para no olvidar lo que fue.
Y desde aquí espero ,que Tabaco.
Nunca volviera a hacer , nada semejante.
Porque siempre sera mejor recordar la herida , como hacia el, a romperse de una sola vez, la pierna y el alma.