Es un golpe de suerte,
que el viento te de con la brisa en la cara.
Que la luna brille a medias por no poder superar a tus mejillas.
Y que el hielo se derrita en tu boca.
Pero es que mis caminos se desvían,
porque nunca he sabido andar en línea recta.
Y en cada curva me mataba,
el filo de sus dientes en el cuello.
Era el suicidio, el genocidio de mi cuerpo.
Y todas las resurrecciones posibles,
al ver su sonrisa estrellarse contra mis retinas.
Y que me ahogara en tus ojos,
para no poder salir nunca de tus imágenes.
Era el estruendo en mis oídos, su voz contra mi tímpano.
Y era una suerte que todos los efectos los provocaran las células de un solo cuerpo,
para revolucionar las del mío.
Pero al fin y al cabo, nos hubiéramos matado de todas maneras.
Y que la suerte,
es solo un punto de vista.
Eh eh eh y mis agradecimientos?:(
ResponderEliminarYa sabes a quien me recuerda todo lo que escribes, pero es bonito leerlo, te quiero bae
Cari tu siempres estas oculta aunque no aparezca a Marta, te quiero bae.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarMe alegro que haya podido encontrarte y volver a alimentar mi espíritu con lecturas como la tuya.
ResponderEliminarOjala te siga alimentando mucho tiempo mas, un beso enorme
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar