y retratar un poco del dolor que se clavaba en mis pupilas.
Las luces de las calles se han prendido,
y en mis ojos no arden las llamas por vernos ser incendio.
Hoy pienso en las velas que sople,
pidiéndote un deseo; que tu también soplaras por mi.
Pasean los padres de la mano de los niños,
recordándoles lo buenos que han sido e irremediablemente te vienes a mi cabeza.
Como un estallido, porque fuiste luz hasta cuando todo lo hiciste del revés.
Ya no se si quiero quitarte la venda de los ojos,
y que te topes con la realidad que me legaste.
O besarte la venda y mantenerte alejado,
en tu burbuja exterior.
La música sigue sonando,
las luces vuelven a brillar,
y este invierno tiene pinta de ser mas frio que tus anteriores inviernos.
No creí en tus despedidas,
pero si creí en mis idas y venidas.
Recuerda hasta cuando te odie,
porque eso significara que te sigo recordando.
Mientras tanto, que baile Madrid... Pero esta vez sin ti.
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