Hoy te quiero amar,
con fuerza y garra.
Con esos besos lentos,
con dientes por el cuello
y con unos versos bañados en alcohol barato.
De ese que me tomo cuando no quiero pensarte,
y aun así lo hago.
Quiero la intensidad del fuego,
por unas venas olvidadas de incendios,
que siempre le han temido a la piromanía.
Quiero que me rompas los versos, los besos y la vida.
Y que cuando te hayas ido,
te recuerde como un huracán,
y tu a mi como una huida.
Un desenfreno de locura,
en medio de vidas oscuras.
Cuando te hayas ido,
recuérdame como un caos,
que se quedo con los labios partidos,
los dedos entumecidos
de estos versos que todavía no se han reunido.
Y los ojos con su brillo.
Cuando vuelvas,
recuerda que yo,
nunca me fui.