y se desdibujaba la línea de mi sonrisa.
Cuando intentaba correr,
y un miedo me ataba las piernas,
la lucha interna y la lucha externa,
que tuve que debatir ese día.
Aún sabiendo que no volvería a volar.
Que pare ya.
Las lagrimas se deslizan por las mejillas,
de las que soñamos,
que ninguna vuelva a tener que soñar,
para olvidar esa pesadilla.
Hoy hay lagrimas de sangre,
ayer hubo lagrimas de sangre
y mañana se seguirá combatiendo con la sangre.
Pero por mucho que intenten ahogar,
ya nadie calla,
por muchos dientes rotos,
lenguas atadas.
Por mucho que lloremos, y nos demos la mano,
entre todas las personas que anhelamos,
que algo así nunca vuelva a pasar,
hoy lloramos la justicia que perdió esa chica cuando la dejaron tirada,
malherida y violada.
Hoy mas que nunca. Por ella y por todas.
